Trastorno de Déficit Atencional

¿QUÉ SE ENTIENDE POR “TRASTORNO DE DEFICIT ATENCIONAL”?
Se le llama síndrome porque en este problema confluyen un conjunto de síntomas, entre los cuales los más característicos son la falta de atención, dificultad para concentrarse, impulsividad y en algunos casos asociado a hiperactividad motora constante.

¿QUÉ DEBEMOS HACER FRENTE A ESTE PROBLEMA?
1. Informarse respecto del tema: es imperioso que los padres sepan en qué consiste el Trastorno por Déficit Atencional para así comprender las conductas de los niños/as, y sobre todo entender cómo se sienten los pequeños frente al mundo y sus exigencias.
2. Acoger a los niños: no siempre se portan mal porque quieren, muchas veces sus conductas son absolutamente involuntarias y por lo mismo el reto y castigo no siempre está bien aplicado. Es más efectivo centrarse en lo que deberían hacer más que en lo que NO deberían hacer. Guiarlos con amor siempre tendrá mejores resultados, recordando que ellos necesitan más refuerzos que otros niños. También es importante explicarles a los hermanos dicha situación, ya que así evitamos el rechazo y el reclamo de parte de los otros miembros de la familia.
3. Hacerles atractivos los deberes escolares y controlar los tiempos: cuando se trate de materias escolares, es importante hacérselas atractivas, interesantes y ojalá lúdicas. Esto se refiere a que la utilización de material atrayente llamará la atención y los motivará a atender. No es recomendable hacerlos estudiar más de 15 a 20 minutos seguidos; se requiere un recreo entre medio para que cuando retomen la tarea lo hagan más concentrados. Este tiempo irá variando gradualmente hasta lograr períodos más largos de concentración. Recuerde que el lugar para estudiar debiera ser lo más libre de estímulos posibles, como TV, radio, pósters, etc. Silencio y buena luz son indicados. Ojalá el tiempo de estudio comience una vez que haya descansado un rato luego del colegio, se haya alimentado y su vestimenta sea cómoda y ligera.
4. Determinar horarios: es recomendable hacerles “en grande y con colores” un horario y en éste incluir TODAS las actividades diarias con su hora específica, hasta aquellas como ver TV y jugar. Darle horarios les irá enseñando gradualmente a planificarse, cosa que es muy difícil en estos niños. Nunca le haga las tareas y si cometen errores es bueno dejarlos y guiarlos para que se den cuenta solos. Se aprende más de los errores que de los aciertos.

5. Ofrecer calor hogareño: es fundamental demostrarles cariño constantemente a través de caricias físicas, besos, juegos para mejorar su autoestima. Pedirle que escoja alguna actividad doméstica la que será SU responsabilidad y que deberá cumplirla. Por ejemplo, sacar la basura, pasear a su perrito, levantar la mesa, etc. Él o ella deben sentirse útiles y colaboradores en el sistema familiar, aunque reclamen.
6. Determinar las  reglas claras: desde el principio y como consecuencia en la aplicación de premios y castigos, las reglas fortalecerán la seguridad en el niño /a y a la larga favorecerán el trabajo en un niño con SDA.
Por último, el SDA es un diagnóstico realizado por un especialista y su tratamiento consiste en la farmacoterápia indicada por el siquiatra infantil o neurólogo. Ambos tratamientos, bien controlados, asegurarán el éxito.
Aun cuando este problema no es menor, en términos de que es necesario tener dedicación especial y debe afrontarse desde todo el sistema familiar, es importante mencionar que NO es una enfermedad y por lo tanto los niños “no tendrán que tomarse los remedios para mejorarse”. El enfrentar el síndrome desde esa mirada generará una estigmatización en el niño/a, lo que incidirá directamente en la merma de su autoestima.
Niño sin tratamiento
Niño con tratamiento
                                

1 comentarios:

Cristian Andres dijo...

que interesante¡¡¡¡

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